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Los cincos emperadores en la disnatía china

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LOS CINCO EMPERADORES

Tras el período de los soberanos dioses, la sociedad china nombró a una suerte de emperadores (considerados hijos de los dioses), cuya existencia tampoco ha podido ser comprobada, si bien sus hechos podrían corresponderse con los de los primeros líderes de las tribus antiguas. Se estima que estos emperadores gobernaron entre el 3000 y 2000 a. C., aunque la datación exacta es muy compleja.
Algunos de estos líderes son considerados por diferentes fuentes como hijos de Huangdi. Según las leyendas, uno de ellos, Yao, convocó a los jefes tribales después de una gran inundación del río Amarillo.
Tras la reunión se ordenó a un sabio que ideara el mejor mecanismo para contener las aguas, de donde surgió el uso de diques para contener las inundaciones, así como de los canales de regadío. Después de Yao, el liderazgo lo habría asumido Shun, quien nuevamente convocó a los líderes tribales para determinar cómo dividir los oficios y el trabajo. Estos mitos sostienen que la forma primigenia que adoptó el Estado en China fue la de una democracia tribal, y reafirman teorías como la de la civilización hidráulica, expuesta anteriormente. Otro descendiente del emperador amarillo fue Zhuanxu, a quien se atribuye la creación de los primeros calendarios y de las matemáticas.
Otros personajes legendarios son Yu el Grande, fundador de la primera dinastía china, los Xia. Cuentan que en la época de Shun las poblaciones ribereñas del río Amarillo sufrían inundaciones constantemente, por lo que encargó a Yu, hijo de Gun, que buscara la forma de controlarlas. Las labores de manipulación y encauce del río duraron alrededor de trece años y tras los éxitos alcanzados la comunidad le puso a Yu el epíteto de “el Grande” y le reconoció como dios fundador de la comunidad.
Otras leyendas hablan de que en estos trabajos de canalización de todo el curso medio del río Amarillo participaron 20 000 hombres. La organización de esta ingente labor y de este número tan grande de trabajadores significó, más allá de cualquier metáfora, la fundación de los primeros mecanismos de control de la población, lo que supone la creación de una estructura de Estado.
Un punto que llama la atención de todos estos dioses es que principalmente se conocen detalles de sus madres. Estas comúnmente se quedaban encinta no por la unión con un hombre, sino por hechos singulares como comer determinados frutos o pisar un suelo marcado. Para los expertos esto podría significar que la sociedad china de aquel entonces era de carácter matriarcal.
El paso de la sociedad sin clases a una dividida jerárquicamente marcará el fin de la época arcaica y el paso a la primera época histórica: la dinastía Xia.
Estatua del emperador Shun, sucesor de Yao, en Shanxi, China.

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