LAS PRIMERAS GUERRAS DE ITALIA el Imperio otomano
Las guerras italianas fueron una serie de conflictos acaecidos entre 1494 y 1559 en los que se vieron implicados los más poderosos estados de Europa occidental e incluso el Imperio otomano.
La larga disputa se originó a causa de un desacuerdo acerca de los derechos hereditarios de Francia sobre el ducado de Milán y el reino de Nápoles, que también reclamaban los españoles. Pero pronto el conflicto desembocó en una lucha por el control político del territorio y en una demostración de poder de las grandes potencias del momento.
Por un lado, Carlos VIII de Francia (1470-1498) reclamaba la soberanía del reino de Nápoles, en manos de los españoles. Al no obtener el beneplácito del papa Alejandro VI, emprendió una guerra contra Venecia y el Papado. Finalmente, el rey francés tomó Nápoles por la fuerza.
En 1495, Milán, Venecia, el Sacro Imperio Romano Germánico, España y los Estados Pontificios conformaron la Liga de Venecia para enfrentarse al invasor. Tras diversas batallas, Francia y España firmaron un tratado por el que el rey francés renunciaba, de momento, a Nápoles.
Estatua del rey Luis XII en la entrada del Castillo de Blois. Valle del Loira, Francia.
El siguiente conflicto se inició en 1499. Luis XII, sucesor de Carlos VIII, reclamó una vez más el ducado de Milán y el reino de Nápoles, que seguían bajo el control español.
El rey francés realizó diferentes alianzas con Venecia y ocupó el milanesado con relativa facilidad, puesto que el duque Ludovico Sforza, ante la superioridad del ejército francés, abandonó la ciudad estado prontamente. No obstante, el duque recurrió a los turcos, con cuya ayuda logró recuperar diversos bastiones del ducado, aunque los mercenarios finalmente lo traicionaron.
Francia y España, entonces, unieron fuerzas al decidir repartirse el reino de Nápoles. Así pues, en 1501 lograron invadir el reino. No obstante, las disputas entre españoles y franceses no tardaron en aparecer, y tras los subsiguientes conflictos, Luis XII cedió su parte del reino a los españoles mediante un tratado que firmaron en 1504.
Poco tiempo duró la paz. Cuatro años más tarde, en 1508, se conformó la Liga de Cambrai, con la que el papa Julio 11 pretendía frenar la expansión de la República de Venecia, bajo el poder de Francia. Tras una serie de enfrentamientos, alianzas y contraalianzas, Venecia se alió con los franceses y derrotó a sus enemigos en 1516.
A este conflicto le siguió el conocido como guerra de la Liga de Cognac. En 1526, el Papado se alió con Francia, Venecia y Florencia para combatir al cada vez más poderoso Carlos V, que tras diversas batallas tomó Florencia y en 1527 saqueó Roma. La paz de Cambrai puso fin, por el momento, a la contienda: Francia debía retirarse de la guerra, España firmó la paz con Venecia y Florencia quedó bajo el gobierno de los Medici.